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La iglesia de San Martín en la segoviana villa de Fuentidueña es tal vez uno de los más simbólicos ejemplos de dispersión de bienes del patrimonio cultural castellano y leonés.
A pesar de que el edificio románico, edificado a finales siglo XII, estaba protegido por la ley como monumento histórico-artístico desde 1931, el Metropolitan Museum of Art de Nueva York mostró en esos mismos años su interés por que el ábside del templo pasara a formar parte de una de las salas de The Cloisters, que por esos años estaba en construcción. En la década de 1950, la institución norteamericana finalmente consiguió su propósito con el visto bueno del Consejo de ministros español, y a pesar de algunas voces críticas. A cambio, se recuperaban los seis paneles de pintura mural procedentes de la ermita soriana de San Baudelio de Berlanga que hoy pueden verse en el Museo del Prado.
En 1961 se presentaba oficialmente en The Cloisters la reconstrucción del ábside de la iglesia de San Martín.